Defender los principios


Muchos cristianos creen que hacen o dejan de hacer alguna cosa porque la Iglesia regula su vida. ¿Hasta qué punto eso es verdad? El otro día un periodista le preguntó al futbolista "Kaká" si era verdad que se mantendría virgen hasta el casamiento. "Kaká" respondió con una sonrisa. Es un principio de vida que él tiene en el corazón. "No me avergüenzo de eso", dijo.

La mayoría de los jóvenes caen en los vicios y comienzan a andar por caminos de marginalidad, por miedo a ser diferentes. Quieren formar parte del grupo. Si el grupo comete una locura, ellos sacrifican sus principios. Porque no quieren que el grupo los aísle.

Los valores son probados bajo presión. Es fácil defender Los principios cuando todos a tu alrededor lo hacen. En cierta forma, tú te conduces del modo que todos esperan que lo hagas, para sentirte parte del grupo.

Pero, ¿qué sucede cuando tú descubres que estás en medio de personas que piensan y obran de manera diferente? ¿Y si todos usan drogas, o si son deshonestos? Los valores son probados en las crisis.

La enseñanza bíblica no te desafía a sacar fuerzas de tu interior para resistir el mal, sino a mirar a Cristo para recibir fuerzas de lo alto, a fin de mantener y vivir lo que tú crees.

No temas ser diferente. No te sientas culpable. No permitas que los otros te impidan volar. Pero, prepárate. Cuando vuelas como águila, atraes a los cazadores. Y ellos están por todas partes dispuestos a derribarte.

Atrévete a mirar el azul infinito de los principios eternos. Abre tus alas y vuela. Arriésgate. Es mejor arriesgarse hoy en defensa de tus principios, que vivir toda la vida con miedo, tratando de agradar a todo el mundo.