La gracia

La gracia es lo que se da gratis, sin ver los merecimientos de quien trabaja pero de piedad de quien da. La gracia es amor: quien se confirma en la gracia se confirma en el amor. Si cumples la palabra de Cristo te confirmas en su amor. Pues tu no cumples su palabra para que te ame primero, porque sin su amor para ti no pudieras cumplirlas. Esa es la gracia que se descubre a los humildes y se oculta a los egoístas. Ejemplo (Juan:15:3-7). Confírmate en Cristo y se confirma Él en tí. Tu no estás en Él como Él está en tí y el interés no es para Él sino para tí. “Que grande es la gracia, eleva los corazones de los humildes y cierra la boca de los egoístas”. Si crees que estás dando frutos de tí mismo no estás en el árbol que es “Cristo” y si no estás, pues no estás en Cristo, y si no estás en Cristo, no eres cristiano. “Ese es el engaño del egoísmo”. No crees que eres capaz de dar ni un solo fruto porque Cristo no dijo: sin mí pueden hacer un poco sino sin mi no pueden hacer nada. Las ramas del árbol o tienen que estar en Él o en el fuego. Una de esas dos cosas. Sabes que no eres nada en tí mismo y no cuentas con tu fuerza sino con la gracia de Dios por lo que tu eres. Escucha a Cristo diciendo: (Juan: 6:44). No puedes venir a Cristo sino eres atraído. No juzgues a quien atrae Cristo y a quien no si no quieres confundirte y perder en tu juicio. Si hasta ahora no haz sido atraído, reza para que te atraiga, y no pienses que te atrae ajuro. “El corazón se atrae con amor” . Dios te ha atraído por aceptar la fe, y por caminar en ella estas caminando en la gracia. ¿Cómo merecistes eso? No te engañes sino regresa a tu conciencia. No veas quien eres si fueras alguien sino a quien eras para ser alguien. Si merecía el castigo y vino quien no castiga, el pecado sino lo perdona te perdonara, pero te darás punto. Tu que eras pecador tomaste esa gracia primero para perdonar tus pecados, y si sigues la gracia de la fe te salvarás porque el piadoso de la fe vive, y merecerás a Dios por la vida de la fe y así tendrás la inmortalidad como recompensa con la vida eterna, y ésta es la “gracia”. Pero cuidado de decir que estás en el camino correcto para no caerte por tus tonterías. No puedes ir a Cristo si no te atrae el Padre. Si tu haces bien es por la gracia de Dios que trabaja en ti, no por tu fuerza, y no creas que si tomas algo es porque lo merecistes ¡No! sino porque la gracia ha adelantado los merecimientos. Aunque la gracia salió por merecer, hubieras comprado lo que has tomado y eso no era gratis. Amén.