¿A que vino jesus al mundo?

Dios es el Dios que llama (llamar en latín es vocare. De ahí viene la palabra vocación).
Le pidieron a Jesús ser repartidor de herencia y Él dijo: "yo no he venido a eso". Le pidieron ser político y respondió: "yo no he venido a eso". ¿A qué vino Jesús al mundo? Para salvar a los pecadores: si no tenemos pecados, Jesús no nos necesita ni la Iglesia tampoco, pero el que dice que no tiene pecado hace mentiroso a Dios. Hay gente que dice yo no me confieso porque no tengo pecado; aquí vale lo que dice el apocalípsis: "dices que eres rico y eres un pobre miserable".

Se dice que Felipe II habitó un día en una carcel y habló con cada preso personalmente y todos le dijeron que estaban ahí injustamente porque no habían hecho nada malo, menos uno que le dijo que estaba preso por cometer tal maldad, y al terminar el rey su visita mandó a sacar de la cárcel a aquél hombre para que no fuera a corromper a aquellos inocentes. Pero Jesús vino a salvar a los hombres, no vino a hacer una encuesta, sondeos para hacer estadísticas e informar a la prensa. Eso se llama manipular a la gente, adquirir fama y rebajar a la gente. Cuantas
personas van a los barrios a hacer encuestas y luego airean en la prensa las miserias. Palabras no... Obras decía santa Teresa.

¿Qué significa salvar? Liberar al hombre de la degradación. ¿Qué es lo que degrada al hombre? La embriaguez, la prostitución, el robo, liberar al hombre de la violencia de sangre, del acaparador, del soborno, liberar al hombre de la violencia de las palabras, de los odios, rencores, envidia, violencia en los matrimonios.

Cristo vino a liberar del pecado interior porque todos éstos brotan del corazón, de los malos pensamientos.

Liberar al hombre de los complejos de culpabilidad, inferioridad, superioridad (creerse raza especial), de las clases sociales, de los tabués, supersticiones, idolatrías.

Salvar es perdonar: sentirse y saberse perdonado por Dios. Perdonarnos mutuamente, perdonarnos a nosotros mismos. Jesús vino para darnos vida eterna, o sea: felicidad, por eso nosotros los cristianos tenemos que vivir felices y sembrar felicidad. Una vida que nos pone en camino con Dios.