La voz de Cristo

*La muerte no encontrará como lucirse sobre tí madre, porque llevaste la vida en tus entrañas; tú fuiste el vaso que me contuvo. La muerte no podrá obtenerte nunca ni la oscuridad envolverte. Vengo a encontrarte a tí. Te pagaré lo que te debo. Soy tu hijo único y no es extraño que habites conmigo, y no tienes otro hijo que le compartas tu cariño.

*Baje del cielo para glorificar a mi padre y después de cumplir mi misión volví a preparar un reino a mi madre. Por tu aceptación fui hombre, por eso te obsequiaré a mi mismo; yo soy el Dios, sabiendo cuanto deseo tuviste para ver mi ilimitada belleza, pero mi deseo para ver tu belleza es mayor tanto que sentí que me faltaba algo de Dios si no estás glorificada conmigo.

*Yo te conservo lo que te he prometido. Si me llamas vendré y seré tu fortuna. Debes botar todo mal de tí y llenarte de todo bien porque no quiero llenarte de miel si estás lleno de vinagre. Eleva tu corazón y respira el aire de la vida y la libertad, porque te he convertido en hijo de Dios.

*Hijo, ¿te sorprendes de la vida eterna y cómo alcanzarla? Deberías sorprenderte más por morir por tí. ¿Todavía dudas en la recompensa que te he prometido después de que te dí esa gran prueba de amor?

*Yo Soy la luz del mundo, sígueme para que no te caígas. Si vienes hacia mí, no perderás porque yo soy la verdad. No trates de darme consejos. Tú debes escuchar mis consejos y si mis palabras son bellas, ¿no crees que cumplirlas será más bello?

*Hijo, si haces algo bueno, ten cuidado de no hacerlo por vanidad y termines buscando tu gloria en vez de la mía, como los hipócritas que los representa el sepulcro bello por fuera y podrido por dentro. Yo soy la puerta, por mí se entra y en mí está tu gloria.

*Yo Soy el Camino la Verdad y la Vida. Si quieres caminar, yo soy el camino; si no quieres equivocarte, yo soy la verdad, y si no quieres morir, yo soy la vida. Sé a dónde vas y qué camino agarrar y no temas. Nadie pierde en la verdad, te pierdes si te alejas de mí. ¿Te da miedo morir antes de llegar? Conmigo y por mí caminas y en mí descansarás. Donde el padre soy la verdad y la vida y cuando tomé cuerpo he sido el camino, así que anímate hijo, levántate y camina.

*Si quieres seguirme renuncia a tí mismo y sígueme con las virtudes, no con los pies, porque muchos andan con sus pies y pecan con sus conciencias. Las gentes me ignoraron, ¿qué yo soy el Dios y tú pides que te glorifiquen? No pidas para tí lo que no fue cumplido en mí y no te me adelantes y me lleves donde tú quieras. Te enseñé en mi vida terrenal la humildad, búscala y llegarás a la eternidad.