Pescadores de hombres

Vivimos en un mundo de esclavos: esclavos de alcohol, de droga, de dinero, de sexo, de la soberbia, de la envidia, del odio y resentimiento, etc... El mundo es un gran espectáculo macabro de cadáveres ambulantes por nuestras calles. Claro, nunca ha habido tanta higiene corporal y tan buena dieta alimenticia, pero tampoco tanta
infidelidad, divorcios, desamor, egoísmo, corrupción... ¿Y ésto no es un cáncer, una lepra de la peor calidad? El mundo es un mundo de ciegos, sordos, con el corazón enfermo, con mal corazón, es un mundo que se ahoga en aguas podridas, detestable. ¿Qué necesita este mundo? Un hombre, un grupo de hombres y mujeres, que tengan el valor para entrar en una barca bien blindada de ese mar de muertos, y saquen de ahí
a todos esos hombres, que drogados por el pecado se están ahogando... Que los desaten de esa esclavitud, los limpien de ese cáncer. Jesús dice: "Vengan conmigo y les haré pescadores de hombres, médicos de alma, rescatadores de hombres esclavos".