
Pero Jesús, ¿qué nos va a preguntar cuando le tengamos que rendir cuentas de nuestra vida? El temario es claro: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo (Mateo 22, 37-39). Y más en concreto, por temas: tuve hambre y me distes de comer; tuve sed... Porque todo lo que hagamos a otra persona, es como si lo hiciéramos a Cristo. ¿Queremos un secreto para ser felices? Dar y servir a los demás, sin esperar que nos lo agradezcan. Servir a los demás no es sólo prepararse para ganar el cielo; es ganar el cielo ya aquí, en la tierra. Servir es sinónimo de ser feliz.