Las dimensiones de la fe

Fe en sí mismo: tanto en la educación como en la vida moral y espiritual; una de las cosas que más se han de fomentar es el ánimo, la confianza en sí mismo; es muy corriente el desanimar en las calificaciones, en las advertencias. Hay quienes piensan equivocadamente que la manera de manifestar autoridad e importancia es desanimando. Demasiado complejos hay, demasiado recalcar a una persona los defectos con la cual se la humilla y se la va encerrando en sí misma.

La confianza en sí mismo es el factor fundamental en la personalidad y
en la madurez, es fundamental para llegar a ser feliz y hacer felices
a los demás; hay que reconocer los talentos que nos ha dado Dios, hay
que convencernos que todos estamos llamados al crecimiento. "El que no
se equivoca es porque no piensa ni hace". Porque necesito fe en mi
mismo he de gobernarme a mi mismo y no dejarme manipular, colonizar
por los demás. Mi voluntad racional es la que me ha de gobernar y no
los demás, ni mis instintos y pasiones, mi libertad no el libertinaje
es mi gran fuerza, el autodominio, la disciplina.

Confianza en los demás: el hombre es esencialmente dialogal, pero el diálogo es imposible sin la confianza en las personas. Sin confianza
podrá haber una hipocresía, una batalla verbal, pero no diálogo. Es
verdad que Cristo nos dice: "no se fien de la gente" y Él mismo no
se fiaba, pero también nos manda a amar y no puede haber amor si no les
creemos, si no confiamos en ellos. Ha de haber una tensión entre la
confianza y la fe y el no fiarse, porque no podemos ser ingenuos, ni
ciegos.

Confianza-fe en Dios: hoy creemos muy poco en el poder de Dios, el
poder de la oración.

Fe y confianza en la vida: hay quienes dicen a cada rato que esta vida no vale la pena vivirla. ¡Vaya si vale la pena porque es el precio de
la eternidad! Ningún pesimista ha sido jamás útil a la sociedad ni a
la Iglesia.

Todo es posible si tenemos fe: ese es el punto débil de muchas personas que no logran llegar a ser nada porque no saben que quieren ser.Cuando no se tiene un objetivo claro no se puede llegar al fín. Como cristianos podemos y debemos creer en la fuerza de la fe. Todo es posible para el que cree. Pero fe en Dios, fe en sí mismo, fe en los demás, fe en la vida, "ahí es la esencia de la fe completa.

Hay quienes no creen en Dios y dicen ser ateos. Hay quienes no creen en sí mismos, son desesperados; hay quienes no creen en los demás,son pesimistas; hay quienes no creen en la vida, son fatalistas. La fe nos dice a dónde y por dónde vamos...Pero es necesario querer ver. Hacer esfuerzos por ver, por abrir los ojos.