Los libros del Antiguo y Nuevo Testamento

Los primeros cinco libros del Antiguo Testamento están agrupados bajo el nombre de Pentateuco, palabra de la lengua griega que significa el libro de los cinco estuches; donde cada estuche, o rollo, corresponde a cada uno de los libros. Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio son los cinco libros que forman el Libro de la Ley de los judíos, quienes denominaban al conjunto como la Torá, que en hebreo significa ley, revelación, enseñanza o instrucción.

LOS LIBROS SAPIENCIALES:

Los libros sapienciales indicaban al israelita cual debía ser su conducta para acercarse a Dios. Para el cristiano actual, son una fuente de enseñanza para lograr una conducta íntegra.
La Sabiduría en Israel antes del exilio, es ante todo ciencia de la vida, aquella que observa detenidamente los sucesos del mundo, la experiencia propia y la de los demás. En ellos se considera al israelita sencillo, trabajador sufrido, sincero y con la buena voluntad de llevar una vida honrada. Es así como surge el género literario sapiencial, en el que pueden agruparse Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Eclesiástico y Sabiduría, considerados importantes para la formación espiritual y moral de Israel.
¿Pero en qué consiste esta sabiduría? En este contexto, la sabiduría no consiste en acumular conocimientos, sino en hacer una reflexión ante la naturaleza, la vida humana y la historia de Israel. Educando al hombre para que su existencia transcurra limpia de vicios: falsedad, engaño, avaricia, odio; y de las concupiscencias: de la
pereza y la presunción.

¿Qué son los Salmos?

Dicen los sabios que los Salmos son 150 espejos de nuestras rebeldías y de nuestras fidelidades, de nuestras agonías y de nuestras resurrecciones. Plegarias maravillosas nacidas hace más de dos mil doscientos años que no han dejado de ser recitados un solo día en templos, conventos, casas de familia, catedrales y capillas por santos y por pecadores, por gentes llenas de alegría y agradecimiento y por
personas destrozadas por la angustia, el temor o el remordimiento. Son la vida convertida en plegaria.
Los salmos son himnos cuya belleza incomparable nos permite alabar y agradecer a Dios, son la oración del Antiguo Testamento. La Iglesia católica ha hecho de ellos, sin cambiarlos, su oración oficial. Los Salmos son los 150 himnos más bellos que existen. Fueron escritos por varios profetas, sabios y poetas. La palabra "Salmo" significa "Himno para recitarlo con música".

Los Salmos han sido las oraciones preferidas por los amigos de Dios durante más de 22 siglos. Los recitaban los israelitas ya mucho antes de Cristo. Los recitaron Jesús y sus Apóstoles, la Virgen María y los grandes santos de toda la historia. Es más, ningún libro de la Sagrada Escritura es tan citado por Jesús y sus Apóstoles como este libro al que se le denomina también Salterio (propiamente nombre del
instrumento de cuerda que acompañaba a los cantos). Cuando una persona se acostumbra a rezar despacio los Salmos, ya ninguna otra oración (excepto el Padrenuestro y el Avemaría) le parece tan hermosa, ni le llega tanto al alma.

Los libros proféticos:

Normalmente se piensa que el profeta es un adivino, un futurólogo o un visionario. Sin embargo, el profeta es el hombre llamado por Dios de manera especial para ser enviado a una misión concreta en su nombre. Esta misión tiene carácter social porque se realiza en medio del pueblo y en su favor. Por medio de la palabra, el profeta critica y denuncia la manera desviada de vivir, pero también invita a la conversión, anuncia la salvación y llena de esperanza a la comunidad de los creyentes.

Los escritos proféticos utilizan básicamente dos grandes géneros literarios: los oráculos y las narraciones:

*Los oráculos son declaraciones solemnes proclamadas en nombre de Dios. Pueden ser de condena o de salvación. Intentan recoger las palabras que predicaron los profetas. Normalmente aparecen en verso.

* Las narraciones son relatos sobre la vida, las acciones y las experiencias de los profetas. Están en prosa y ayudan a comprender mejor el sentido de la predicación profética.

El nuevo testamento:

A todo lo largo del Antiguo Testamento, Dios realiza una gran promesa al pueblo de Israel: la promesa de la salvación y de la liberación. Con la llegada de Jesucristo termina la primera etapa del camino de la salvación, la etapa de Israel a la cual se refiere la Antigua Alianza y se abre una segunda y definitiva etapa en este mismo camino, la etapa cristiana. En esta segunda Alianza, Nueva y Eterna, surge un
nuevo pueblo, ya no es únicamente Israel, Jesús abre las puertas del cielo y forma un nuevo Pueblo de Dios, nuevo y universal. Este nuevo Pueblo de Dios es la Iglesia Católica, pues no olvidemos que católico significa universal.

Los libros del Nuevo Testamento:

Los libros del Nuevo Testamento fueron compuestos aproximadamente entre los años 50 y 120 d.C.

Libros Históricos: Los cuatro Evangelios y los Hechos de los Apóstoles.
Libros Didácticos o Sapienciales: Las catorce Cartas de San Pablo y las siete Cartas Católicas.
Libros Proféticos: El Apocalipsis de san Juan.

Con los Evangelios nos acercamos a la vida de Jesús, a sus palabras, sus actitudes.

El Evangelio ocupa un lugar especialísimo y una importancia fundamental en toda la Biblia. Podríamos decir que todas las Sagradas Escrituras giran en torno al Evangelio, a Jesús mismo.

Los Evangelios:

Los evangelistas no escribieron sus libros como un historiador actual puede describir un hecho histórico, investigado por él con fechas concretas e itinerarios exactos. Los Evangelios no son una sucesión de hechos cronológicamente narrados, sino una catequesis para la fiel trasmisión de la verdad cristiana. Los Evangelios no tienen forma histórica, sino de mensaje. Los evangelistas no pretenden relatar los
acontecimientos en orden exactamente cronológico, sino presentar la persona, la doctrina, la obra redentora de Jesús, a los hombres con el fin de que crean. Los Evangelios no son ni un diario ni una biografía en el sentido moderno de la palabra. Son síntesis de la predicación apostólica.

La historicidad de los Evangelios:

La historicidad de los Evangelios, además de ser clara para los críticos, es para los católicos una verdad de fe divina y católica. Los Evangelios son libros escritos entre los años 40 y 100 por testigos oculares que cuentan lo que vieron y oyeron; o por quienes estuvieron en contacto con testigos presenciales. Dice San Juan: «Lo
que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos... os lo anunciamos». Dice San Lucas: «Muchos se han dedicado a componer un relato de los acontecimientos, tales como nos los han transmitido quienes desde el principio fueron los testigos oculares y los servidores de la palabra».

Evangelio significa buena noticia. La buena noticia es la venida de Jesús, Salvador de los hombres. La palabra evangelio no significa primeramente un texto, un libro. Sino que, por su etimología y su uso bíblico, designa originariamente un feliz mensaje, un anuncio que hace feliz. El Evangelio fue, pues, primeramente la palabra de Jesús.

En qué fecha fue escrito el Nuevo testamento:

- Entre los años 51-52, se escriben las dos cartas de los Tesalonicenses;

- Entre el 54-58, las llamadas "Grandes epístolas": dos cartas a laos Corinitos; a los Gálatas y a los Romanos;

- En torno al año 62, las llamadas "Cartas de la cautividad": Filipenses, Colosenses, Efesios y Filemón;

- Entre los años 65-66, las "Cartas Pastorales": las dos de Timoteo y la de Tito.

- Para la carta a los Hebreos, la datación más probable es del año 65;

- La redacción definitiva de los tres primeros Evangelios, Mateo, Marcos y Lucas, llamados Sinópticos, hay que situarla en el período 65 al 80, aunque prevalece la opinión de que han sido redactados antes del 70;

- Las "Cartas católicas" tienen una datación muy variada: la de Santiago entre los años 50-60 y la de Judas en torno al 70; la primera de Pedro en el 64, mientras que la segunda es posible que fuera cerca del 80.

- El libro de los Hechos de los Apóstoles, unos lo situán en el 63 y
otros en el 80.

- Y el grupo de escritos joánicos cierra la colección de los escritos del Nuevo Testamento con el Apocalipsis, tres Cartas y el Cuarto Evangelio entre los años 85-100.

El libro de los hechos de los apóstoles:

La tradición eclesiástica más antigua afirma que este libro del Nuevo Testamento ha de atribuirse a San Lucas, autor inspirado del tercer Evangelio, pues ambos libros pertenecen a una misma obra, como lo manifiestan el estilo, el vocabulario, e incluso los mismos temas doctrinales. Los Hechos de los Apóstoles narran el establecimiento de la nueva Iglesia, historia que comienza con un reducido número de
creyentes y un hecho divino sin precedentes donde los discípulos reciben la promesa del Padre: el don del Espíritu Santo en Pentecostés. Así, fortalecidos, iluminados y guíados por el Espíritu del Señor, los apóstoles comienzan la predicación inicial del
Evangelio.Tanto en el Evangelio como en el Libro de los Hechos se pueden advertir algunos paralelismos:

- El Evangelio habla de la proclamación de la Buena Nueva y el ministerio de Cristo en Galilea y Jerusalén, y sus viajes por territorios no judíos.

- En Hechos, trata de la predicación del Evangelio en Roma, Jerusalén y territorios limítrofes, así como los viajes de Pablo por países no judíos.

Este libro presenta la rápida expansión del Evangelio por el Este del mundo mediterráneo a partir de Jerusalén. En seguida se extiende el cristianismo por regiones de Judea y Samaria hasta el Oriente, en lugares lejanos como Antioquia de Siria. Por último se menciona la actividad de la Iglesia por diversos lugares de Asia y Grecia, hasta establecerse en la capital del mundo pagano: Roma.