La amistad
La amistad es una relación de afecto y confianza mutua entre personas. Es importante tener autoestima para conseguir amigos, no podemos ofrecer algo a nuestro amigo si no tenemos, no podemos dar cariño si nosotros mismos no lo sentimos. Mi mejor amigo debe empezar siendo yo mismo. Si a la persona le falta autoestima, conseguirá compañía similar a ella, o lo que es peor, conseguirá personas que abusen de su inocencia. Debemos fomentar el amor a nosotros mismos, antes de empezar cualquier tipo relación.
Evidentemente, la amistad, no se compra en una tienda, llega en momentos inesperados, sin darse cuenta uno ya forma amigos. Es un proceso natural e inconsciente.
Desde pequeños nos acercamos a otras personas que a nuestra vista son atractivas, nos llama la atención algo de otra persona, y allí puede que comience una amistad si nos atrevemos a empezar algún tipo de diálogo con esa persona.
En el mejor de los casos, resulta que a raíz de esa primera conversación, se siga manteniendo el contacto con esa persona, se ven cada cierto tiempo y se comparte cosas que tienen en común, se empieza a tener una historia en común, se conocen más como personas, comparten sus ideales, conocen a la familia de ambos y este proceso puede durar mucho tiempo, porque las personas cambian y la amistad también puede cambiar, se hace más firme, se madura con el tiempo.
Es importante tener amigos para compartir con ellos momentos alegres, no se puede andar en la vida solos, siempre se busca compartir algo con otra persona, puede ser una noticia alegre, unas notas excelentes,pero por sobretodo los amigos son indispensables en los momentos más difíciles, es mejor contar con el hombro de alguien para llorar, para expresar nuestro más profundo dolor, la partida de alguien, no hay que estar solos!!!
Y en ese compartir tenemos que aprender a dar, sin esperar nada a cambio, sin esperar una retribución en la otra persona, porque de lo contrario se convierte en intercambio, y eso no es genuino de la amistad.
En la medida en que la amistad se desarrolla, se solidifica más la fe en esa persona, al principio se tiene una idea de esa persona, pero con el compartir y el conocer, se establece lazos más fuertes como la confianza y la lealtad.
Pero tener amigos no significa que estemos de acuerdo con ellos en todo momento, muchas veces nuestros amigos piensan de modo diferente y hay que aprender a diferenciar lo bueno de lo malo y si un amigo está en camino peligroso nuestro deber es decírselo y no ser cómplice de ello.
También hay que señalar que no es frecuente un solo amigo que cubra todas nuestras necesidades, generalmente se tiene varios amigos diferentes, los de la infancia, los del colegio, los de la universidad, los de la iglesia, los del club, los de la pareja, etc. No es importante la cantidad de amigos, pero el que tiene uno tiene un
tesoro!!!
La amistad se puede comparar con una flor, se debe regar agua frecuentemente, se debe echar abono para que las flores salgan más frecuentes y más bonitas, podar sus hojas de vez en cuando, ni mucho sol ni mucha sombra. Asimismo es la relación con nuestros amigos, se fomenta los encuentros, se habla por teléfono, se visitan si no se encuentran bien.
De una amistad desinteresada y verdadera surge el amor hacia el o los amigos, nos conmueve que mi amigo pase un mal rato y lo siento como si fuera yo, me pongo en sus zapatos, sufro en carne propia el sufrimiento de él, y sus alegrías se convierten en una fiesta para mí, celebro con él su felicidad.
En la Biblia nos cita la amistad de Jesús con Lázaro (Juan 11, 1-44). Jesús al enterarse que Lázaro había fallecido, se conmovió, se regresó de donde estaba, fue hasta su sepulcro, lloró, oró al Padre y lo resucitó. Jesús nos muestra su amistad con Lázaro y su ejemplo a seguir. No debemos abandonar a nuestro amigo en los momentos más difíciles y sobretodo orar por él si no está en nuestras manos ayudarlo.
También Jesús tuvo amigos diferentes, tenía doce discípulos diferentes, y cada uno de ellos tenía una amistad diferente con Jesús, aunque ellos siempre le tenía un respeto especial. La Biblia nos lo dice en Juan 15, 15 “Ya no les diré servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Les digo: amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre”.
Jesucristo compartió con sus discípulos todo lo que tenía, hasta sus enseñanzas!!!
Lo más bello que encierra la amistad es lo que Cristo hizo por nosotros, Juan 15, 12-13 “Mi Mandamiento es éste: amanse unos con otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos”.
Evidentemente, la amistad, no se compra en una tienda, llega en momentos inesperados, sin darse cuenta uno ya forma amigos. Es un proceso natural e inconsciente.
Desde pequeños nos acercamos a otras personas que a nuestra vista son atractivas, nos llama la atención algo de otra persona, y allí puede que comience una amistad si nos atrevemos a empezar algún tipo de diálogo con esa persona.
En el mejor de los casos, resulta que a raíz de esa primera conversación, se siga manteniendo el contacto con esa persona, se ven cada cierto tiempo y se comparte cosas que tienen en común, se empieza a tener una historia en común, se conocen más como personas, comparten sus ideales, conocen a la familia de ambos y este proceso puede durar mucho tiempo, porque las personas cambian y la amistad también puede cambiar, se hace más firme, se madura con el tiempo.
Es importante tener amigos para compartir con ellos momentos alegres, no se puede andar en la vida solos, siempre se busca compartir algo con otra persona, puede ser una noticia alegre, unas notas excelentes,pero por sobretodo los amigos son indispensables en los momentos más difíciles, es mejor contar con el hombro de alguien para llorar, para expresar nuestro más profundo dolor, la partida de alguien, no hay que estar solos!!!
Y en ese compartir tenemos que aprender a dar, sin esperar nada a cambio, sin esperar una retribución en la otra persona, porque de lo contrario se convierte en intercambio, y eso no es genuino de la amistad.
En la medida en que la amistad se desarrolla, se solidifica más la fe en esa persona, al principio se tiene una idea de esa persona, pero con el compartir y el conocer, se establece lazos más fuertes como la confianza y la lealtad.
Pero tener amigos no significa que estemos de acuerdo con ellos en todo momento, muchas veces nuestros amigos piensan de modo diferente y hay que aprender a diferenciar lo bueno de lo malo y si un amigo está en camino peligroso nuestro deber es decírselo y no ser cómplice de ello.
También hay que señalar que no es frecuente un solo amigo que cubra todas nuestras necesidades, generalmente se tiene varios amigos diferentes, los de la infancia, los del colegio, los de la universidad, los de la iglesia, los del club, los de la pareja, etc. No es importante la cantidad de amigos, pero el que tiene uno tiene un
tesoro!!!
La amistad se puede comparar con una flor, se debe regar agua frecuentemente, se debe echar abono para que las flores salgan más frecuentes y más bonitas, podar sus hojas de vez en cuando, ni mucho sol ni mucha sombra. Asimismo es la relación con nuestros amigos, se fomenta los encuentros, se habla por teléfono, se visitan si no se encuentran bien.
De una amistad desinteresada y verdadera surge el amor hacia el o los amigos, nos conmueve que mi amigo pase un mal rato y lo siento como si fuera yo, me pongo en sus zapatos, sufro en carne propia el sufrimiento de él, y sus alegrías se convierten en una fiesta para mí, celebro con él su felicidad.
En la Biblia nos cita la amistad de Jesús con Lázaro (Juan 11, 1-44). Jesús al enterarse que Lázaro había fallecido, se conmovió, se regresó de donde estaba, fue hasta su sepulcro, lloró, oró al Padre y lo resucitó. Jesús nos muestra su amistad con Lázaro y su ejemplo a seguir. No debemos abandonar a nuestro amigo en los momentos más difíciles y sobretodo orar por él si no está en nuestras manos ayudarlo.
También Jesús tuvo amigos diferentes, tenía doce discípulos diferentes, y cada uno de ellos tenía una amistad diferente con Jesús, aunque ellos siempre le tenía un respeto especial. La Biblia nos lo dice en Juan 15, 15 “Ya no les diré servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Les digo: amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre”.
Jesucristo compartió con sus discípulos todo lo que tenía, hasta sus enseñanzas!!!
Lo más bello que encierra la amistad es lo que Cristo hizo por nosotros, Juan 15, 12-13 “Mi Mandamiento es éste: amanse unos con otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos”.