La sabiduría

De la sabiduría vamos a hablar pero no la de este mundo que es ignorancia ante el ojo de Dios, sino la sabiduría que es de verdad ante su ojo. “Dios es la perfección de la sabiduría y la sabiduría del hombre es la adoración de Dios”.
Dice la gente que la sabiduría es la ciencia de las cosas humanas y divinas, y muchos la buscaron para la gloria del mundo y fueron incapaces de llegar a la luz de Dios.
Si Dios no la da sino a quienes conservaron la santidad, entonces, quien no le teme no la obtendrá porque la cabeza de la sabiduría es el temor de Dios.
Cuando Isaías habla sobre los dones del Espíritu Santo comienza con la sabiduría y termina en el temor de Dios, bajando hacia nosotros para enseñarnos como subir hacia Él, “hacia Dios”. Él comenzó donde debemos llegar y llegó donde debemos comenzar. “Entonces, debemos subir del temor hacia la sabiduría”.Él bajó del sitio de la paz eterna al valle de la tristeza terrenal para no quedarnos tristes sino para subir hacia la ciudad santa, “Jerusalén celestial”.
Y cuando nos aconsejó para mantener la sabiduría, luz para la mente, incluyó la mente diciendo: que el camino de la sabiduría es la mente y el de la mente es el consejo, el del consejo es la fuerza y el de la fuerza es el conocimiento, el del conocimiento es la adoración o la piedad y el de la piedad es su temor. El camino se dirige hacia arriba del temor, hacia la sabiduría, porque “la cabeza de la sabiduría es el temor”. Del valle de la lagrima hacia el monte de la paz.
Entonces, haz de la humildad y la piedad la cabeza de tu sabiduría. Amén.