Reflexiones

Vigilar nuestra cabeza

El hombre moderno materializado, privado de reflexión, en su cabeza entra todo sin el más mínimo control. Lo mismo lo sano que lo morboso, lo bueno que lo malo. Hay que poner un buen colador a lo que entra en nuestra cabeza y peor aún en el corazón, porque el corazón es todavía más influenciable.
Ver, hablar, actuar, prever, revisar constantemente, no dormirnos, he ahí la tarea de la prudencia.

Conservar la vida es perderla

El que quiere conservar su vida la perderá, dice Cristo. El que no se arriesga al trabajo, no desarrolla los talentos. Hace falta afrontar el cansancio, la fatiga y el dolor. La vida no es para guardarla en una caja, la vida no es para estar pensando sólo en nosotros mismos...Eso es una vida inútil. Si los inventores no
hubieran querido afrontar ningún riesgo, ¿cómo sería hoy la sociedad humana? Si todos hubieran tenido como ideal vivir confortablemente, ¿cómo sería hoy la vida? La vida exige riesgo. El riesgo es un desafío y es una oportunidad.