Crecer


Cada hombre está llamado a promover su propio crecimiento, porque la vida de todo hombre es una vocación dada por Dios para una misión concreta. Desarrollar la inteligencia, la libertad, el corazón, el hombre entero.

Debemos crecer en:

Sabiduría: que puede significar ciencia y prudencia; en ciencia no nacemos sabiendo leer. Y la prudencia es una de las famosas virtudes cardinales. Los fallos en la prudencia son a veces de gran importancia para la vida social, para la convivencia. ¡Cuántos matrimonios en conflictos por imprudencia! ¡Cuántos jóvenes se pierden por una imprudencia!

Crecer en la Gracia: que puede ser simpatía y santidad. Cada día la cortesía de uno crece, su buen trato, y en la santidad, ahí está el objetivo del cristiano: "ser humano y divino".

Crecer delante de Dios: hay personas muy hipócritas que tienen una linda fachada, impecable, pero por dentro están corrompidos totalmente, son sepulcros blanqueados por fuera, pero por dentro están podridos.

Crecer delante de los hombres: algunos dicen que están en Gracia de Dios pero son la peor propaganda del Evangelio. A veces dicen que los que van a la Iglesia son los peores. Eso es falso. Pero a veces algunos de los que van a la Iglesia son muy buenos delante de Dios y delante de los hombres son falsos, aborrecibles.

El cristiano, como dice San Pablo, ha de ser el buen aroma de Cristo. Pero hay cristianos que se parecen a los payasos del circo, que tienen una cara por delante y otra por detrás. Pero esos son payasos, no cristianos. Seamos lo que somos y no hagamos en nuestras vidas de payasos de circos.

"Hemos de ser cristianos a tiempo completo".