Nuestra madre la Virgen

Llamar a la Virgen nuestra Madre "no es opio de huérfanos", ni un sueño de utópicos de mentes poéticas o imaginativas. María es verdadera madre nuestra. Dice San Pablo: Dios envió a su hijo nacido de una mujer para que recibiéramos la adopción". Sería extraño que fuéramos hermanos de Cristo e hijos del mismo Padre y que no tuviéramos la misma madre.
Somos miembros del cuerpo místico y si la cabeza es Cristo, hijo de María, los miembros lo tienen que ser también.

Jesús nos dio en el Evangelio a su Padre por padre, al Espíritu Santo para que sea alma de nuestra alma; nos dio su Cuerpo en la Eucaristía y en la Cruz nos dio a su madre por madre. ¿Por qué tener miedo entonces? Emprendamos el camino con nuestra Madre.