
Toda su vida, Jesús se muestra como nuestro modelo: Él es el "hombre perfecto" que nos invita a ser sus discípulos y a seguirle: con su anonadamiento, nos ha dado un ejemplo a imitar; con su oración atrae a la oración; con su pobreza, llama a aceptar libremente la privación y las persecuciones. Si queremos ser su discípulo, seguirlo y que le sigan los demás, hemos de dar primero buen ejemplo. Por eso es bueno que nos hagamos muchas veces esta pregunta:¿cómo se comportaría Jesús en esta situación?