Apocalipsis: Análisis (parte I)

DOCUMENTAL:( D .P .H. ES.)

El libro del Apocalipsis o Apocalipsis de Juan es el último libro del Nuevo Testamento. También es conocido como Apocalipsis de Jesucristo por el título que al principio se da a este libro y en algunos círculos protestantes simplemente como Revelación. Por su género literario, es considerado por la mayoría de los eruditos el único libro del Nuevo Testamento de carácter exclusivamente profetico. El Apocalipsis quizás sea el escrito más rico en símbolos de toda la Biblia.

La cantidad de símbolos, eventos y procesos complica la tarea de interpretar la totalidad de la revelación y como tal, ha sido objeto de numerosas investigaciones, interpretaciones y debate a lo largo de la historia. La coincidencia de este nombre con el de Juan el Evangelista y el autor de otros escritos del (NT) es en gran parte la razón por la cual se atribuye el libro de manera tradicional al apóstol San Juan (a quien se le atribuyen también el cuarto Evangelio y las tres cartas. Sin embargo en el Apocalipsis, el autor sólo menciona su nombre, sin identificarse nunca con el mismo apóstol Juan de los Evangelios, o que se trate siquiera del mismo autor de los otros escritos atribuidos al apóstol. De cualquier manera, las investigaciones modernas suelen agrupar los escritos atribuidos a Juan y algunas llegan a afirmar que pertenecen a una comunidad denominada "juanina".

Esta postura no indicaría necesariamente la autoría directa del apóstol Juan, pero sí que una comunidad ya sea fundada por él, o fuertemente influenciada por él, sería la que generaría estos documentos. Análisis del libro La lectura del libro del Apocalipsis se puede hacer en varios planos (literal, simbólico, por su género literario, con el contexto histórico en que fue escrito, por el mensaje de fondo del que habla, etc.) Según Prévost (2001: 5-9) es necesario comprender todos estos niveles para entender el libro del Apocalipsis y para evitar interpretarlo solamente desde la perspectiva de actitudes de los movimientos apocalípticos que se centran únicamente en el terror que causaría un supuesto “fin del mundo” Se puede ver al Apocalipsis como compuesto por cuatro partes: Introducción y Cartas a las Iglesias : El contenido de la salutación está dirigido a una jurisdicción eclesiástica y representa una comunicación oficial de un dirigente a su cargo.
1.El Cordero y los Siete Sellos y Trompetas : Se ven aquí muchos símbolos que hacen alusión a la liturgia cristiana primitiva, y para “Prévost” es también una forma de definirse frente al judaísmo 2.El Dragón y el combate : La historia se vuelca ahora a un combate cósmico para explicar el sentido de la historia. 3.La Nueva Jerusalén : De forma conclusiva, como una despedida al final del libro, se menciona la esperanza que guía a todo el libro.

El libro del Apocalipsis presenta también secciones bien diferenciadas, en las que los símbolos cambian entre una y otra, aunque conservando un mensaje principal idéntico de esperanza:

•Introducción y Presentación: Presenta la visión de todo el libro e introduce la siguiente sección (el mensaje a las Iglesias) como venido de parte de un hombre de larga túnica, cuyos cabellos eran blancos. En su mano tenía siete estrellas y de su boca salía una espada de doble filo..., en referencia a Cristo Resucitado.

•El mensaje a las Iglesias : Es una serie de evaluaciones, buenas y malas, a siete comunidades, que terminan con un reto y la inspiración para vencer. Las comunidades tienen una relación específica en la época del autor.

Las Teofanías de Dios : Se presenta un conjunto de símbolos que representan la majestad de Dios, haciendo alusión a las Teofanias más importantes del Antiguo Testamento: la zarza ardiente, el monte Sinaí, la vocación de Iasaías y la visión de Ezequiel en el río Quebar. •El Cordero: Se presenta, en contraste pero en unidad con la sección anterior, la humildad y poder del Cordero (Cristo), como el único que es capaz de entender al principio el designio de Dios y por lo tanto de abrir el libro de los siete sellos (sección siguiente).

•Los Siete Sellos: En esta sección abundan los símbolos numéricos y cromáticos. La sección comienza con la famosa descripción de los “Cuatro jinetes del Apocalipsis” que llevan numerosas plagas a la humanidad. Durante la apertura de cada sello, se desarrollan también las visiones de cataclismos naturales, que concluyen con el “Juicio Final”

•Las Siete Trompetas: Con la apertura del séptimo sello, comienza el desarrollo de un nuevo simbolismo numérico de catástrofes anunciadas por 7 trompetas, y el surgimiento de una primera Bestia que guerrea con dos “ Testigos” •El Dragón y las Bestias : Después, en un cambio en el hilo de la historia, se narra el surgimiento del “Dragón” que combate con una “Mujer”que da a luz a un Niño. Después, el Dragón convoca a dos “Bestias”que lo sirven. •Los Vencedores: Entran en escena los que serán vencedores del Dragón y las Bestias. Aunque en esta parte no se indica aún que los venzan, sí se indica que están de parte del Cordero, y que de hecho éste los dirige, dispuestos a vencer. •Las Siete copas: De nuevo en un simbolismo numérico, se habla de catástrofes, y de la batalla final que comienza con la reunión de los ejércitos en un lugar llamado “Armagedón”.

•La prostituta y la caída de Babilonia: Entra en escena la “Prostituta” (denominada Gran Babilonia), que está sostenida por las Bestias y del Dragón. Entra entonces en escena Cristo montado en un caballo Blanco la Gran prostituta es vencida y las Bestias son capturadas y echadas al lago de fuego.

•La Derrota : Se menciona que el Dragón queda encerrado por mil años luego de la victoria de la sección anterior y que al final volverá a salir reuniendo a todas las naciones representadas por “Gog y Magog” para ser vencido de nuevo, esta vez de manera definitiva.

•La Nueva Jerusalén: La visión concluye con esperanza: la tierra y el cielo son hechos de nuevo, Jerusalén, como símbolo de la ciudad de Dios, es toda la Tierra donde ahora Dios habita directamente en medio de todos los hombres. El libro, y por lo tanto la Biblia cristiana concluyen con una bendición y una petición que apremian a Jesús a volver pronto.