La Eucaristía


La Eucaristía es el centro y el corazón de la Iglesia.
La Eucaristía es el sol de la Iglesia, ella le da calor, le da vida, le da alegría.

La Eucaristía es Sacramento-Comunión, Sacramento-Sacrificio y Sacramento-Presencia. La Eucaristía es para nosotros escuela de amor y de amor activo, no mero amor contemplativo, romántico, o no tiene sentido. La Eucaristía que no sea escuela de Caridad será un rito sin sentido, una rutina.

La Eucaristía nació del Amor de Cristo a nosotros, no le permitió dejarnos hambrientos sin pan, ni sedientos sin agua. La Eucaristía exige amor para acercarse a recibirla. Si tienes algo con tu hermano, reconciliate primero con él.
La Eucaristía debe producir amor, caridad. El primer nombre Bíblico dado a la Eucaristía es Comunión. Si la Eucaristía no nos une, no produce unión, entonces, ¿para qué vale? Es que nadie se une con Cristo, sin unirse mediante Cristo a los demás.

La Eucaristía es escuela que educa para el amor más profundo. Nos demuestra"que valor tiene a los ojos de Dios nuestro prójimo que quiere entrar en Comunión".

La Eucaristía es escuela que nos hace tomar conciencia de la dignidad de todo hombre y mujer. Todos están llamados, invitados y obligados a la Comunión Eucarística. La Eucaristía es escuela de amor porque nos hace sensibles al dolor y a la miseria humana, a toda injusticia y a toda ofensa.

La Eucaristía constituye el alma de toda la vida de la Iglesia. La vida cristiana se manifiesta en la Caridad en el Amor a Dios y al prójimo. Ese amor se encuentra en el Sacramento de la Eucaristía llamado "Sacramento del Amor".

La Eucaristía exige entrega a los hermanos, a la familia, al trabajo y una entrega que comprometa, no de mera palabra.
La Eucaristía es Pan de vida Eterna que nos alimenta la vida Divina de la"Gracia".

La Eucaristía diviniza como la corriente eléctrica que nos ilumina.
El cristiano ha de ser divino porque se alimenta de su Dios, pero no podrá ser divino a costa de dejar de ser humano.