Juan 1:1-18: estamos tan acostumbrados a las palabras...En la prensa, la televisión...Palabras y más palabras... No sólo hemos contaminado el agua, el aire sino también la palabra. La hemos convertido en mentira, odio. La devaluación de la palabra es la devaluación del contacto humano. La palabra se nos ha dado para crear comunidad, convivir, hacernos humanos. La palabra sirve para entendernos, confiar unos en otros. La palabra es la imagen, el retrato de lo que tú eres. La palabra es lo que eres. “Jesús es la Palabra de Dios hecha carne, hombre”. Jesús es Palabra por lo que dice, por lo que hace, pero sobre todo por lo que Es. “Jesús es Dios hecho hombre”. Jesús es la Palabra de Dios que responde a nuestras preguntas más vitales. “Jesús es Palabra, Camino, Vida, Verdad”. Es la Verdad para creyentes y no creyentes, es la Verdad de Dios porque es el Amor de Dios hecho hombre. Pero resulta muy penoso convertir al Dios “Palabra” en puras palabras. Dios es algo muy serio, no puede convertirse en palabras. Pongamos seriedad a nuestras palabras, ellas son sagradas o deben serlo. En Jesús está la vida y esa es la luz para el hombre: el Evangelio no es una doctrina, es “Vida”; no es letra, es “Espírito que da Vida”. El Evangelio no necesita maestros, necesita ser vivido. El Evangelio lo entienden los que tengan un sentido vital: los niños, los limpios de corazón, los pobres, los soberbios; los poderosos no lo entienden. Para ellos la vida es dinero, técnica, robot. La Vida es Amor. Dios es Amor y es Vida. Jesús es el Amor, la vida de Dios hecho carne. Es Dios que se ha hecho visible, sensible en un cuerpo humano, en la persona de Jesús de Nazarét. ¿Y todo para qué? Para que los hombres vuelvan a ser hombres unos para otros, vuelvan a ser humanos. “Sólo en el amor, sólo en Dios, lo logramos”. Luz verdadera que da vida verdadera: hay una luz verdadera que se opone a una luz falsa. Hay apariencia de luz, de verdad, que engañan. Hay quienes visten las mentiras de verdad. Hay muchas luces artificiales, sólo en Cristo se da la luz Real, Verdadera. Jesús es el Sol. La Luz de la Iglesia es Cristo. Quien no acepte y camine en esta luz, anda en tinieblas. Pero como la luz es la vida de los hombres, quiere decir que Jesús es la Vida Verdadera. ¿Qué sería la tierra sin sol? La humanidad sin Cristo es un cementerio. Vida Verdadera: porque hay una vida falsa, hay una vida que no es vida, una mala vida. Se oye muchas veces: esta vida no es vida, no vale la pena. Jesús no viene como vida, sino como que es vida de verdad. Jesús vino a traer Vida Eterna, verdadera. Jesús trae calidad de vida que la dan los valores humanos, vida sin valor no tiene calidad. “Cristo es Vida: eso es lo que es conocer el Evangelio de verdad: transformar nuestra vida. Ser cristiano es encarnar a Cristo, ser otro Cristo. El cristiano ha de ser luz, levadura, como el alma del mundo. Conocer a Cristo es cambiar de vida. AMEN.
Jesús es la palabra de Dios
Juan 1:1-18: estamos tan acostumbrados a las palabras...En la prensa, la televisión...Palabras y más palabras... No sólo hemos contaminado el agua, el aire sino también la palabra. La hemos convertido en mentira, odio. La devaluación de la palabra es la devaluación del contacto humano. La palabra se nos ha dado para crear comunidad, convivir, hacernos humanos. La palabra sirve para entendernos, confiar unos en otros. La palabra es la imagen, el retrato de lo que tú eres. La palabra es lo que eres. “Jesús es la Palabra de Dios hecha carne, hombre”. Jesús es Palabra por lo que dice, por lo que hace, pero sobre todo por lo que Es. “Jesús es Dios hecho hombre”. Jesús es la Palabra de Dios que responde a nuestras preguntas más vitales. “Jesús es Palabra, Camino, Vida, Verdad”. Es la Verdad para creyentes y no creyentes, es la Verdad de Dios porque es el Amor de Dios hecho hombre. Pero resulta muy penoso convertir al Dios “Palabra” en puras palabras. Dios es algo muy serio, no puede convertirse en palabras. Pongamos seriedad a nuestras palabras, ellas son sagradas o deben serlo. En Jesús está la vida y esa es la luz para el hombre: el Evangelio no es una doctrina, es “Vida”; no es letra, es “Espírito que da Vida”. El Evangelio no necesita maestros, necesita ser vivido. El Evangelio lo entienden los que tengan un sentido vital: los niños, los limpios de corazón, los pobres, los soberbios; los poderosos no lo entienden. Para ellos la vida es dinero, técnica, robot. La Vida es Amor. Dios es Amor y es Vida. Jesús es el Amor, la vida de Dios hecho carne. Es Dios que se ha hecho visible, sensible en un cuerpo humano, en la persona de Jesús de Nazarét. ¿Y todo para qué? Para que los hombres vuelvan a ser hombres unos para otros, vuelvan a ser humanos. “Sólo en el amor, sólo en Dios, lo logramos”. Luz verdadera que da vida verdadera: hay una luz verdadera que se opone a una luz falsa. Hay apariencia de luz, de verdad, que engañan. Hay quienes visten las mentiras de verdad. Hay muchas luces artificiales, sólo en Cristo se da la luz Real, Verdadera. Jesús es el Sol. La Luz de la Iglesia es Cristo. Quien no acepte y camine en esta luz, anda en tinieblas. Pero como la luz es la vida de los hombres, quiere decir que Jesús es la Vida Verdadera. ¿Qué sería la tierra sin sol? La humanidad sin Cristo es un cementerio. Vida Verdadera: porque hay una vida falsa, hay una vida que no es vida, una mala vida. Se oye muchas veces: esta vida no es vida, no vale la pena. Jesús no viene como vida, sino como que es vida de verdad. Jesús vino a traer Vida Eterna, verdadera. Jesús trae calidad de vida que la dan los valores humanos, vida sin valor no tiene calidad. “Cristo es Vida: eso es lo que es conocer el Evangelio de verdad: transformar nuestra vida. Ser cristiano es encarnar a Cristo, ser otro Cristo. El cristiano ha de ser luz, levadura, como el alma del mundo. Conocer a Cristo es cambiar de vida. AMEN.
