El que quiere conservar su vida la perderá, dice Cristo. El que no se arriesga al trabajo, no desarrolla los talentos. Hace falta afrontar el cansancio, la fatiga y el dolor. La vida no es para guardarla en una caja, la vida no es para estar pensando sólo en nosotros mismos... Eso es una vida inútil. Si los inventores no hubieran querido afrontar ningún riesgo, ¿cómo sería hoy la sociedad humana? Si todos hubieran tenido como ideal vivir confortablemente, ¿cómo sería hoy la vida? La vida exige riesgo. El riesgo es un desafío y es una oportunidad.