Viernes Santo
Fue San Agustín quien dijo que el Crucifijo es el mejor libro de lectura para el cristiano. Él mismo dijo que el monte calvario es la primera escuela del cristianismo. La Cruz, la primera Cátedra. El Crucifijo es el primer libro y el mejor. Cada llaga es una página de ese libro, escrita no con tinta, sino con la Sangre del Hijo de Dios. Y todo bajo la inspiración del Amor de la Trinidad entera. De tal manera nos amó Dios Hijo que dio la vida por nosotros. Y no hay Amor mayor que dar la vida por la persona a quien se ama. ¡Qué suerte la de los Mártires que dan la vida por Dios! ¡Dichosos los sacerdotes y los religiosos que dan la vida por Cristo y por los hermanos, imitando al Maestro! Los Mártires la dan de un golpe. Los sacerdotes y religiosos la van dando día a día, agarrando en las manos el Crucifijo para seguir adelante hasta la muerte. El Crucifijo nos enseña a sufrir: Tan importante como es el aprender a sufrir. “Vivir es sufrir”. Grandes fracasos de la vida vienen por no saber sufrir. Enseñemos a la gente a sufrir con el Crucifijo en la mano. El Crucifijo nos enseña a Perdonar: Perdonó a los verdugos, al buen ladrón. ¿Quién no confiará en el Perdón? ¿Quién se atreverá a negar el Perdón? ¿No tienes alguna Persona a quien guardes algún resentimiento? Cristo es nuestro Salvador... Acerquémonos a Él para ser salvados......Eduquemos más en el sabor de la Biblia a los niños y a los jóvenes. Cambiemos de vida, entremos en la Nueva Alianza....Dejemos al hombre viejo......Hagámonos con el Hombre Nuevo.....En vida de Gracia....Santidad...De pureza. Vamos hermanos, cambiemos de cara. Seamos testigos de la Resurrección, y dediquémonos a resucitar: hay tanta gente a quien alegrar, consolar, animar. Aceptemos de una vez la Salvación en Cristo....Acerquémonos a Él...Sólo Cristo Salva... No andemos buscando nuevos Mesías..... No andemos buscando nuevos o viejos dioses. No hay Salvación más que en el Nombre de Jesús.